Las 5 de Erdosain

responde Nadia Sol Caramella

Nadia Sol Caramella acepta el convite y responde nuestro querido cuestionario, Poeta, editora, docente y gestora cultural. Técnicas de supervivencia es su primer libro de poesía editado por Promesa Editorial. Dirige Escrituras Indie, medio de difusión alternativo, y edita en Difusión A/terna Ediciones, editorial de plaquetas de nueva literatura latinoamericana. Actualmente coordina talleres literarios con perspectiva transfeminista.

1-¿Por qué escribimos?

Hay una frase que me gusta mucho de Fabián Casas, es uno de los epígrafes que aparece en la novela Poeta chileno de Zambra, ambos escritores me encantan, la frase dice «una técnica que sirve para escribir también debe servir para vivir». Siempre sentí que escribir es mi técnica de supervivencia, mi manera de comprender el mundo que me rodea. Escritura y vida son dos senderos que se cruzan más veces de las que creemos posible. En palabras simples, escribo porque lo necesito, como le dice Rilke al joven poeta: si usted cree que no puede vivir sin escribir, ahí está su respuesta

2-¿En qué momento entendés que lo que estás escribiendo es la posibilidad de un texto?

En el momento que el texto se aleja de mi intención primera y adquiere sus propias lógicas internas, el poema llama al poema y vos como escritora estás ahí develando ese llamado, haciendo lo posible para que el poema suceda y llegue al último verso.

3-¿Se puede de un día para el otro dejar de escribir y ya? ¿Es posible?

Se puede dejar de escribir como dejar de comer, si, pero en algún momento volves a hacerlo porque lo necesitas y no sabes hacer otra cosa. He pasado muchos periodos sin escribir pero, personalmente creo que siempre estamos escribiendo aunque no lo hagamos, escribir es una forma de mirar y leer la vida cotidiana esa mirada nos hace recordar frases e imágenes que luego cuando llega el momento indicado se vuelve escritura. Sigo con las citas, Margarite Duras dice «todo en el mundo escribe» y si todo en el mundo escribe es una cuestión de mirada, de ver esa poética del mundo, estar en estado poético más allá del acto mismo de la escritura. A mis alumnas de taller siempre les digo que para escribir poesía hay que aprender a mirar, la escritura viene después.

4-¿Para qué sirve un escritor?

No tengo idea, y no me preocupa

5-¿Cómo sería el mundo sin escritores?

Sería un mundo muy literal, pero todavía nos quedarían lxs bailarinxs, lxs pintorxs, lxs músicos y lxs filósofxs.

Las 5 de Erdosain

responde Débora Mundani

Débora Mundani nació en Buenos Aires. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires. Publicó Batán (Bajo la Luna 2012), premiada por el Fondo Nacional de las Artes. Participó en distintas antologías de cuentos, entre ellas Las dueñas de la pelota (El Ateneo 2014); Héroes. La Historia la ganan los que escriben (Ministerio de cultura de la Nación 2015) y Antología del cuento extraño (Qeja ediciones 2018). Su nouvelle Por cuarenta mil años integra la 4ª tanda de autores de la Exposición de la Actual narrativa rioplatense. En 2015 obtuvo el 2º Premio de novela Casa de las Américas por su novela El río, obra que inaugura la colección Narrativas al Sur del Río Bravo de la editorial Corregidor. En 2018 publicó La convención por el mismo sello. Coordina talleres de narrativa y de lectura y dicta clases en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

1) ¿Por qué escribimos?

Porque necesitamos historias. La dimensión de lo real no alcanza. Creo que el primer llamado a la escritura proviene de esa necesidad de compartir el relato que habitamos.

2) ¿En qué momento entendés, que eso que estás escribiendo, es la posibilidad de un texto?

¿Un texto publicable? Cada intervención en el papel (o pantalla) es un texto, de ahí a que valga la pena compartirlo con otrxs, es otra cuestión.

3) ¿Se puede de un día para el otro dejar de escribir y ya? ¿Es posible?

Creo que esa es la fantasía de muchos: dejar de escribir. Una especie de juego de ver cuánto

tiempo podemos estar bajo el agua sin respirar.

4) ¿Para qué sirve un escritor?

¿Acaso es posible un mundo sin escritores y escritoras? Somos herederxsde lxs juglares. Desde el principio de los tiempos, existimos. Y así seguirá siendo porque mientras haya una persona en la tierra, habrá historias.

5) ¿Cómo sería el mundo sin escritores?

Triste, aburrido y peligroso.

Las 5 de Erdosain

por Marcelo Vera

El escritor, dramaturgo y artista Marcelo Vera, autor del poemario Tree House y de la novísima Solo, acepta el desafío y contesta las Cinco.

  1. Por qué escribimos?

Quizás escribimos para narrar el mundo de manera torpe e imperfecta. No estoy seguro, pero tal vez nos atrae ver que se siente al destrozar algo hermoso (justo como Tyler Durden en Fight Club)

  1. En qué momento entendés que lo que estás escribiendo es la posibilidad de un texto?

En general un 10% de lo que escribo me genera algún tipo de confianza. Cuando eso pasa me pregunto si esas líneas (o esas paginas) tienen potencial para formar parte de una novela, o si podrían tener otro destino (poesía, cuento, etc.), entonces voy haciendo diferentes pruebas hasta que me siento cómodo con el resultado.

  1. Se puede de un día para el otro dejar de escribir y ya? Es posible?

En mi caso creo que podría darse bastante bien. Soy un pintor frustrado, así que me encantaría tener la posibilidad de abandonar el procesador de texto y pasarme felizmente a los pinceles.

  1. Para qué sirve un escritor?

Para mirar el horizonte y tocarse la barbilla con gesto pensativo cuando no tiene puñetera idea acerca de lo que le están hablando. Para dejarse fotografiar con jerséis de cuello alto (hasta mediados de los 90s) o remeras de Motörhead y sacos mugrientos (en la actualidad).

  1. Cómo sería el mundo sin escritores?

Tal vez sería un mundo más simple y honesto, pero sin dudas sería espantosamente aburrido y gris, así que… a Dios gracias por los escritores!

Never Even

por Ariel Toledo

Tav ripo y la propuesta linguistica de Never even y la palindromía.

Cuando uno llega a Never even, el libro de Tav ripo, no puede más que comprender que está frente a un hecho, de mínima, singular. Y las preguntas se disparan automáticamente. ¿Cómo se aborda esto?, ¿Cuál es la manera correcta de leerlo?, ¿Dónde está el secreto?, o bien, ¿Qué era esto de la palindromía?. La palindromía es una palabra, una frase, o una imagen, que se lee lo mismo de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. Hay constructores de palíndromos. Hay pioneros argentinos en la palindromía, como el maestro Juan Filloy. Pero también existen varias escuelas en la palindromía, como las de Barcelona, México o el Rio de la plata.

Pero es el propio libro el que se encarga de despejar las dudas. Tav ripo abre con un ensayo en el que nos explica de qué va la cosa, y a qué nos enfrentamos. Un texto claro y sin complejidades que hace un recorrido por la historia de los palíndromos. Poco a poco nos lleva, nos ayuda de manera didáctica a comprender ese mundo que muchas veces tocamos de oído pero que no siempre llegamos a entender con precisión.

Y luego se abre el juego. Y ahí es donde uno se encuentra con el increíble trabajo de Tav ripo. La infinidad de juegos lingüísticos en los que plasma su capacidad y conocimiento sobre el tema. Encontramos infinidad de ejercicios, juegos lingüísticos, movimientos del lenguaje que resignifican, incluso, el sentido mismo de las palabras.

Porque Never even es mucho más que un libro sobre palíndromos y todas las posibilidades lingüísticas que traen consigo. Estamos frente a un objeto de valor que trasciende las fronteras que representa. Es un hecho artístico consumado por demás sobresaliente. Ingresar en su universo es encontrar la puerta del lenguaje en su versión más primitiva. Todo parece haber surgido de ahí. Y es que uno no puede más que preguntarse, a medida que avanza en sus páginas, ¿Qué hubo antes de esto?, ¿Qué pudo haber existido?.

Never even no es un libro de prosa, eso está claro. Tampoco es un libro de poesía, aunque hay que reconocer que sí tiene más de un pasaje poético en sus páginas. El trabajo que realiza Tav ripo y que se ve reflejado en cada pasaje del libro, es minucioso, meditado. Es un laborioso trabajo artesanal que va en busqueda constante de la palabra. Es el juego quizás más complejo que podamos abordar.

Un libro como objeto. Un objeto de estudio transformado en libro. Un libro como material de consulta. Una fuente de inspiración para escarbar en el lenguaje y tratar de construir nuestro propio Sator. Todo eso es Never even, el libro de Tav ripo, que ya tiene asegurada una segunda edición. Un gran juego, en definitiva, para todos aquellos que encontramos en la palabra nuestra herramienta vital.